— Para avanzar en la lucha contra cualquier expresión de violencia hacia mujeres y niñas
Rogelio Agustín
La titular de la Secretaría de la Mujer (SEMUJER), Guadalupe Pino Girón saludó el hecho de que la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, perteneciente a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) haya modificado su reglamento para prohibir y sancionar los matrimonios forzados así como la venta de niñas en los pueblos originarios, ahora busca que el acuerdo lo adopten las demás casas de dicho sistema de organización.
Pino Girón recordó que la CRAC es el único sistema de seguridad Comunitaria reconocido en la ley, mismo que tiene presencia en más de 200 pueblos de la Costa Chica y Montaña, donde la población es preponderántemente indígena y afrodescendiente.
Por esa razón, el hecho de que la Casa de Justicia de San Luis Acatlán haya decidido modificar su reglamento interno, para prohibir de manera clara y determinante los matrimonios forzados entre menores de edad, representa un avance histórico para quienes plantean la necesidad de superar usos y costumbres que lesionan los derechos de las mujeres y las niñas.
De la misma forma, la CRAC en su casa de Justicia de San Luis Acatlán han prohibido y sanciona la venta de niñas en las comunidades en que tiene presencia, ya sea para el matrimonio o para el servicio doméstico.
Ese paso, indicó que es crucial para hacer efectiva la aspiración de que niñas y adolescentes puedan tener condiciones óptimas para su desarrollo.
Ahora, dijo que se buscará que las casas de Justicia de Caxitepec; Zitlalaltepec, El Paraíso y Espino Blanco hagan suyo el mismo acuerdo, para consolidar una aspiración que se remonta a muchos años.
Aunque
Recordó que estos acuerdos son producto de un trabajo que la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda impulsa desde el año 2021, en ma ruta de permitir que mujeres, niñas y adolescentes accedan a una vida completamente libre de violencia.
La funcionaria indicó que acuerdos como el que se tiene con San Luis Acatlán, repercuten también en la disminución de conductas como el acoso en las escuelas y centros de trabajo, porque los perpetradores potenciales saben que en caso de incurrir en una irregularidad, no van a quedar impunes.