— Su mamá permanece refugiada junto con sus dos hijas, amenazada de muerte y con probable investigación policial
Dassaev Téllez
A dos años de distancia, organizaciones de diferentes puntos de la entidad se concentraron para marchar en la cabecera municipal de Tixtla, en cuya plaza central exigieron justicia para la niña Ayelín Iczae Gutiérrez Marcelo, quien a sus trece años de edad fue víctima de un feminicidio que hasta la fecha permanece impune.
El 14 de octubre de 2020, la menor fue reportada como desaparecida en Tixtla, cinco días después fue encontrada sin vida, a menos de 500 metros de su casa materna.
La menor, además de ser vejada en vida, fue mutilada, por lo que un año después del crimen, las autoridades tuvieron que regresar a la escena del crimen para buscar restos óseos, ya que la niña no fue sepultada completa.
Las colectivas se reunieron en el arco de entrada a la cuna del general Vicente Guerrero Saldaña, fueron acompañadas por representantes de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), de la Comisión Estatal de Búsqueda y un contingente de la Normal Rural de Ayotzinapa.
La marcha caminó por las principales calles de Tixtla y terminó en la plaza central de la ciudad, lugar en el que se realizó un mitin, además de que se mostraron mantas y pancartas con la leyenda de justicia.
Durante el mitin, las oradoras reprocharon el hecho de que la señora Flora Marcelo, madre de Ayelin haya sido abandonada a su suerte, pues además de que el caso no se ha esclarecido, a ella le retiraron las medidas cautelares a pesar de que está amenazada de muerte, lo que la mantiene desplazada de su lugar de origen.
Más aún, reprocharon que la señora Flora lejos de recibir justicia y el acompañamiento que necesita, es criminalizada por las autoridades, a partir de que en su calidad de víctima, ha participado en las protestas que se han desarrollado en la Secretaría de Gobernación.
En estos momentos, la señora Flora se encuentra refugiada junto con dos hijas, temerosa de que los perpetradores la ubiquen y cumplan su amenaza, o de que sea detenida por las autoridades, a partir de la investigación que está abierta en su contra, por exigir justicia.
Como una muestra de la realidad que prevalece en el tema del feminicidio, representantes del colectivo María Herrera señalaron que en lo que va de 2022, Guerrero tiene una cifra de 38 mujeres asesinadas y 56 desaparecidas de las cuales 13 han sido localizadas y 8 aún no.
Seis mujeres fueron asesinadas en Copanatoyac; 13 en Acapulco, cinco en Chilpancingo, tres en Iguala, dos en Ayutla, dos en Xaltianguis, una en Metlatonoc , cuatro en Cochoapa, una Xochihuehuetlan, una en Cuajiniculapa y en Taxco tres.
Esos, dijeron que sería la estadística de la impunidad, porque hasta el momento la mayoría permanece sin que se castigue a los responsables.