— Morir es el paso necesario para llegar ante Dios, decía a sus hermanos
— “Enséñate a perdonar”, otra petición que planteaba a sus familiares y feligreses
Rogelio Agustín
De acuerdo con el relato de su hermana María, el padre Bertoldo Pantaleón Estrada no le tenía miedo a la muerte, pues aseguraba que era lo mejor que le podía pasar a un ser humano, pues es un paso necesario para llegar pronto ante la presencia de Dios, también les inculcó el valor de perdonar para vivir sin amarguras ni rencores.
En la comunidad de Changata, familiares, amigos y representantes de la iglesia despidieron el féretro de quien durante 8 años fuera responsable de la parroquia de San Cristóbal en la comunidad de Mezcala, municipio de Eduardo Neri.
De la familia Pantaleón estrada, se dijo que sobreviven su señora madre, doña Joséfa Estrada, en tanto que su padre, don Nicolás Pantaleón hace varios años que dejó de existir físicamente.
Sin dar el detalle de las edades, en la ceremonia de despedida se dijo que sobreviven tres hermanas mujeres; Abigail, María e Hilaria, en tanto que los varones son José, Carlos, Simón, Nicolás y Rubén.
Una de ellas, María se colocó al frente del féretro para agradecer la presencia de amigos y familiares, pero también de los representantes de la Iglesia que lo convirtieron en uno de los suyos.
Recordaron que cuando eran niños, corrían para tratar de llegar primero a la iglesia del pueblo, particularmente durante las fiestas patronales.
“Decíamos córrele guacha, córrele guacho porque te va a sujetar el Diablo”, relató.
En los últimos minutos en que tuvo frente a sí el cuerpo de Bertoldo, dijo que él siempre lamentó no estar con su familia en fechas y fiestas importantes, porque tenía que permanecer en su parroquia, “pero eso sí, nos decía que siempre estábamos en sus oraciones”.
No le tenía miedo a la muerte
De acuerdo al relato dirigido ante el féretro, el presbítero Bertoldo no tenía miedo a morir: “en una ocasión me increpó y me dijo: – ¿Qué te pasa mujer? No le tengas miedo a la muerte, porque es lo mejor que te va a pasar-, pues él creía que dejar de existir físicamente representaba un paso necesario para llegar ante Dios”.
Agregó que de primera instancia Bertoldo daba la impresión de ser muy serio, aunque ya en el trato personal, la impresión de las personas cambiaba de manera considerable.
El 2 de julio cumplió un aniversario más de su ordenación como sacerdote, hubo en Changata un festejo sencillo, pero la familia tuvo la oportunidad de verlo compartir experiencias, recordar historias personales y sonreír.
Luego habló sobre otra gran enseñanza de vida: “Me dijo en varias ocasiones, santa mujer enséñate a perdonar, perdona a todos aquellos que se expresan mal de ti, que te hacen desprecio, porque de esa manera vas a vivir en paz, libre de rencores y de amarguras”.