Vivir dos veces el sismo del 19S en México

Me decían que yo era un basurero, porque me quedaba a recoger los cadáveres, pero los cadáveres que yo me quedaba a recoger eran para entregarlos a sus familiares: Héctor “El Chino” Méndez


 
Zumpango del Rio, Gro.- Héctor “El Chino” Méndez Rosales, fundador de la organización no gubernamental Brigada Internacional de Rescate Tlatelolco-Azteca A.C (BIRTA), acudió la mañana de este viernes 13 de octubre a Zumpango del Rio, cabecera municipal de Eduardo Neri, para recibir la Presa del Mérito Civil “Eduardo Neri Reynoso”, por sus 32 años de labor altruista como Topo en los desastres naturales.
Con su uniforme de rescate color naranja “El Chino” en compañía de una comisión de la organización BIRTA entre ellos su hermano Carlos Méndez Rosales pisaron las tierras que los vieron nacer. En la Alameda Central “Coronel José María Bernal”, los esperaban sus amigos y familiares que por años no veían, entre porras y aplausos subieron al presídium de honor.
Ahí las autoridades municipales le organizaron un sencillo pero emotivo programa para reconocer su trabajo como brigadista voluntario en diferentes partes del mundo, mientras la presentación trascurría “El Chino” siempre mantuvo la cabeza agachada como muestra de agradecimiento.
Héctor Méndez Rosales, es originario de Zumpango del Rio, tenía su domicilio en la calle 16 de septiembre #82, Col. Santo Tomas, desde temprana edad sus padres Sofia Rosales Vázquez y Ramón Méndez Arce se lo llevaron a radicar a la Ciudad de México. Es de profesión Contador Público egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y actualmente cuenta con 71 años de edad.
Al redor de las 10:00 horas, el alcalde municipal de Educado Neri, Pablo Higuera Fuentes en compañía del representante del gobernador del estado de Guerrero, le entregaron el reconocimiento al Mérito Civil, Presea que el cabildo municipal aprobó en días pasados por unanimidad de votos.
En su mensaje Héctor “El Chino” Méndez, dijo sentirse satisfecho en volver a visitar la tierra que lo vio nacer, “me siento muy contento regresar al lugar donde están mis raíces, ver a mis primos con quienes anduve siempre de niño recorriendo los cerros, las festividades y caminar todos estos lugares del municipio”.
Recordó que el 19 de septiembre de 2017 se encontraba con su equipo a unos metros del Zócalo de la Ciudad de México en una taquería. Cuando se presentó el sismo que sacudió la ciudad, dijo actuaron de manera inmediata ayudando a sacar a la gente de los edificios. Por el tráfico que se generó en ese momento decidieron pedir el apoyo a los policías capitalinos que se transportan en motocicletas para que los ayudaran a llegar al Colegio Enrique Rébsamen, ahí fueron los primeros en arribar y en sacar al primer niño con vida de entre los escombros. Al paso de las horas los brigadistas mejor conocidos como topos se fueron integrando para cubrir todas las zonas colapsadas.
Con lágrimas en los ojos y con la voz quebrada, hizo un reconocimiento a la juventud mexicana por su gran valor y valentía, “fueron esos muchachos que decían que no tenían futuro, los desconocidos, los olvidados, que a diario veíamos pasar en las calles, esos chamaquitos con sus guantes, con sus botas que sin importar la hora se unieron para retirar escombros, eso nos debe de llenar de orgullo”.
“Los jovencitos se me acercaban para decirme, yo quiero entrar contigo, yo les veía en los ojos la decisión, el valor, ellos querían entrar a buscar los cuerpos y mi obligación como viejo era cuidarlos y les ponía mi casco y les daba mis guantes. Esos jovencitos son el presente, son los que están haciendo patria”.
En el sismo del 19 de septiembre de 1985 manifestó que actuó como los jóvenes los hicieron en el 2017 , con valor, enjundia, solidaridad, y sobre todo con mucho coraje “lo que me sorprendió muchísimo ahora fue esa gran ola de energía positiva de amor, solidaridad de los jóvenes”.
Expresó que el terremoto del 2017 llegó a mover la corrupción y cinismos de las clases en el poder. Pero como organización se percataron el 19 de septiembre el esfuerzo que inicio en 1985 rindió sus frutos, “se vio coronado, nosotros que nos dedicamos a esta labor le llamamos primer respondiente”, ya que lo enfrentaron con una experiencia de 32 años.
Como asociación civil han creado grupos de rescate en 25 países y en varios estados de la República Mexicana. Refirió que como grupo en el pasado sismo de 7.1, tuvieron un promedio de 300 topos trabajando en la Ciudad México y Morelos y que continúan con las brigadas de ayuda.
Con tristeza recordó que, en el sismo de 1985, le decían que era un “un basurero” por quedarse a buscar entre los escombros cuando las autoridades dan por terminados los trabajos, “a mi decían que yo era un basurero, porque me quedaba a recoger los cadáveres, pero los cadáveres que yo me quedaba a recoger eran para entregarlos a sus familiares”.
A unos días de cumplirse un mes del sismo de 7.1 sacudió al país entero, “El Chino Méndez terminó su mensaje con un ¡Viva México!
Al bajar del templete, los familiares y amigos contemporáneos del “El Chino”, decidieron no esperar más y corrieron hacia él para abrazarlo y tomarse fotografías.