Rector electo de la UAGro fue expulsado de pueblos por delincuentes

  • Legalización de la amapola no resolverá el problema de la narcoviolencia

 
 
El rector electo de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Javier Saldaña Almazán, reveló que durante su campaña de proselitismo fue expulsado de un pueblo por un grupo de delincuentes que le exigieron el pago de una cuota para permanecer en el lugar.
En un encuentro con empresarios de la capital del estado, Saldaña Almazán recordó que durante un recorrido que realizó en una de las siete regiones, tras la actividad de proselitismo fue invitado a comer por un grupo de profesores que se sumaron a su proyecto.
El entonces candidato único a la rectoría de la máxima casa de estudios guerrerense, dijo que departía con sus simpatizantes cuando llegó un grupo de personas armadas, los que le señalaron que él no era de la región, de tal suerte que estaba en la obligación de pagar una cuota para permanecer en el lugar sin ningún peligro.      
El pago de una cuota, de acuerdo con los desconocidos, aplica en los casos de todas las personas que no son de una región, lo que él decidió, fue retirarse para evitar problemas.
Aunque se le preguntó, el rector electo de la UAGro se abstuvo de mencionar el nombre de la comunidad de la que fue expulsado, para no colocar a los maestros que lo respaldaron en una posición de vulnerabilidad.    
 
Legalización de la amapola, no es la solución al problema de la violencia
 
En el encuentro con los propietarios de negocios, Javier Saldaña se dijo simpatizante de la propuesta de despenalizar los cultivos de la amapola para el uso farmacéutico de la misma, aunque aclaró que dicha medida, si se concreta, no será la solución definitiva al problema del narcotráfico y la violencia.
Indicó que solo en la Sierra del estado, son miles las personas que están involucradas en la siembra de amapola, de tal suerte que para cubrir la demanda en el aspecto medicinal, puede bastar solo la utilización de unas cuantas hectáreas.
Sin embargo, recordó que la demanda principal radica en miles de ciudadanos norteamericanos que consumen los derivados de la amapola, de ahí que muchos van a permanecer en la clandestinidad y en consecuencia, la lucha por el control de los territorios para la siembra y el trasiego continuará.
Pese a dicho escenario, Saldaña ratificó su simpatía con el planteamiento de despenalizar la amapola para usos medicinales.

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