Principalmente en Costa Chica, advierte dirigente
Ante el retraso en la entrega del fertilizante, campesinos de la región Costa Chica podrían saquear las bodegas de distribución, advirtió Sebastián de la Rosa Peláez, dirigente de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC).
En entrevista, señaló que el retraso es de varios meses y que los agricultores de maíz están «desesperados».
El ex diputado local aseveró que las nuevas reglas de operación implementadas por el gobierno federal y el retraso en la distribución de los insumos agrícolas «le hicieron perder tiempo a los campesinos».
Por ello, muchos «ya están sembrando» aún sin recibir el fertilizante ni la semilla mejorada.
Advirtió que si la Federación no resuelve la entrega del fertilizante en los próximos días, «la protesta de los campesinos se va a venir con mucha presión».
Incluso alertó sobre la posibilidad de que haya «saqueos» en los centros de distribución.
«Sin ser promotor de catástrofes, este retraso puede ocasionar un problema más grave, que los campesinos cercanos a las bodegas cuando necesiten el fertilizante y vean que no les llega, van a ir a tomarlo. Puede haber saqueos», expuso.
De la Rosa Peláez reveló que ha hablado con los campesinos de Costa Chica para frenar sus intenciones de saquear las bodegas.
«La gente de CODUC me ha planteado la posibilidad de ir a sacar lo poco que hay en las bodegas, pero les he dicho que vamos a tratar de respetar los tiempos, que hay que esperar a que llegue el insumo», contó.
Sin embargo, subrayó que no podrá detener a los productores cuando se decidan a actuar.
El dirigente campesino aseveró que la entrega inmediata del fertilizante es «urgente», porque se trata del único programa que el gobierno federal anunció para Guerrero.
Pero advirtió que el principal problema es que ya estamos a mitad del año y el insumo agrícola no ha llegado a la entidad.
«La milpa ya está naciendo en algunos lugares y ya requiere del abono», señaló.
También advirtió que apenas se ha publicado el 25 por ciento del padrón de beneficiarios y más del 50 por ciento de los campesinos quedaron fuera del programa.