Están fuera de sus comunidades y no hay manera de que recuperen el tiempo perdido
La subsecretaria de Educación Básica de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Beatriz Alarcón Adame reconoció que no se tiene clara la forma en que se impedirá que 80 niños desplazados en Chichihualco pierdan el año escolar.
Alarcón Adame reconoció que a partir de los problemas que se agudizaron en noviembre de 2018, el 10 por ciento de las escuelas que se ubican en la ruta que va de Filo de Caballos hacia Casa Verde no reciben la atención que se necesita para operar con normalidad.
Pese a las limitaciones que se enfrentan, manifestó que se espera que ya en el último tramo del año escolar la situación se normalice y se puedan rendir buenas cuentas a los padres de familia.
Para conseguirlo, consideró necesario que los alcaldes de la zona, principalmente de Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo apoyen al personal de la SEG para que cumplan con sus actividades.
“Yo considero que los ayuntamientos tienen que ayudar en la medida de lo posible para garantizar la seguridad de los maestros, para que ellos no vivan situaciones complicadas”, aseveró.
A pregunta expresa, dijo que en la comunidad de Los Morros, de donde es originario el actual alcalde de Leonardo Bravo, Ismael Cástulo Guzmán, hasta el momento no se ha podido normalizar la actividad en el nivel preescolar, pero los demás están funcionando.
En Corralitos las actividades escolares están completamente paralizadas, pero señaló que se trabaja por reabrir cuanto antes.
En el caso de las 73 familias que permanecían en el albergue instalado en el auditorio municipal de Chichihualco, la funcionaria de la SEG dijo que se tuvo un registró de 80 menores de edad, los que están en edad de cursar el nivel básico.
En esos casos, como no se encuentran en sus lugares de origen, no se tiene conocimiento de cuando podrán regresar a sus planteles para retomar su instrucción escolar, tampoco se sabe si hay la posibilidad de incorporarlo a uno de los planteles que existen en la cabecera municipal.
En consecuencia, el curso escolar para esos menores de edad que se encuentran en calidad de desplazados sí está en riesgo, pero manifestó que se buscará la manera de respaldarlos para que recuperen el tiempo perdido.