Denuncian el asesinato de un simpatizante en Tierra Colorada
Autoridades de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) se deslindaron de la emboscada que dejó el saldo de tres integrantes del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo Social del Estado (FUSDEG), también denunciaron la ejecución de un simpatizante en la cabecera municipal de Juan R. Escudero.
Juan Teodoro Rosales, coordinador estatal de la UPOEG, viajó la tarde del sábado 14 de octubre a Chilpancingo, con la intención de propiciar una charla con trabajadores de diferentes medios de comunicación.
Estuvo acompañado de Juan Nava Cabañas, consejero municipal y Diego Armando Castro, ex comisario municipal suplente en Villa Guerrero, municipio de Juan R. Escudero.
Ellos de primera instancia manifestaron sus condolencias para con los integrantes del FUSDEG, lamentaron la muerte de sus compañeros y se pronunciaron porque haya una investigación rápida de los hechos, que permita llegar a la verdad para evitar especulaciones.
Los consejeros de la Unión de Pueblos señalaron que la Policía Ciudadana que representan no tuvo ninguna relación con los asesinatos cometidos en las inmediaciones del Río Omitlán, ya que sus órganos de gobierno no han ordenado ningún despliegue, pues se limitan a cuidar sus territorios.
Dijeron que hay disposición para apoyar al FUSDEG en lo que necesiten, para dejar claro que no tuvieron nada que ver en el hecho.
El ex comisario suplente, Juan Nava Cabañas denunció que después de que desconocidos consumaron la emboscada contra los integrantes del FUSDEG, un simpatizante de la UPOEG fue levantado en la colonia Lázaro Cárdenas y llevado hacia un rancho propiedad de la ex candidata a la presidencia municipal de Tierra Colorada, Nelly Pastrana Santaella, lugar en el que lo ejecutaron a balazos.
«Se trata de un muchacho llamado Javier, es mecánico y no es policía, solo simpatiza con la Upoeg, lo levantaron y lo mataron en el rancho de esa señora», informó.
Solicitaron que las autoridades investiguen los asesinatos cometidos la noche del viernes y la madrugada del sábado, para efecto de que se conozca la verdad y se evite un nuevo capítulo de violencia.