Un alcohólico llamado Raybel “El Tequilero”

Su debilidad por el alcohol le otorgó el sobrenombre que lo encumbró en el crimen
San Miguel Totolapan, Gro.- Un hombre de escasos recursos, familia humilde que en ocasiones se dedicaba a vender leña, con una clara debilidad hacia el alcohol, especialmente por el tequila, así describen los pobladores de San Miguel Totolapan a Raybel Jacobo de Almonte; “el Tequilero”, jefe de la banda de secuestradores que hasta hace poco controlara parte importante de la Tierra Caliente.
Durante el 2008 Vicente Popoca, quien regresaba de los Estados Unidos, acudió a las comunidades de El Cubo, La Comunidad y La Gavia, para reclutar personas que desearan unirse a su organización criminal y dejar la pobreza.
Su principal actividad era el secuestro, uno de los reclutados fue el hermano de Raybel, de quien solo se conoce sus alias de “el perico” Y “el verde”, quien posteriormente invito a su hermano apdado como “El Tequilero”.
Fue así como Raybel entró al crimen organizado, luego de que la mayoría de los pobladores lo tuvieran ubicado como un hombre que pedía dinero prestado para beber, para después olvdarse de pagar sus deudas.
Al paso de los años el Tequilero decidió subir de rango en la jerarquía criminal y terminó con la vida de su reclutador, Vicente Popoca, para de esa manera tomar su lugar dentro de la organización.
En el 2014 Raybel Jacobo de Almonte reclutó un elemento clave para reforzar su organización, Mauro Hernández Gonzáles alias “el Vago”, quien implementó durante finales del referido año los secuestros masivos, que años más tarde le valdría su fama al grupo de los Tequileros, quienes en ocasiones pedían rescates de hasta 5 millones de pesos.
Lo que trajo consigo la Unión de los pobladores de las diferentes comunidades afectadas para pagar los rescates millonarios, motivo por el cual decidieron abandonar pueblos enteros, ya que los secuestros en la zona no se detenían, dejando en 10 años 25 comunidades abandonadas, reduciendo la población del municipio San Miguel Totolapan de 24 mil habitantes a tan sólo 12 mil.
Hoy en día, los habitantes de la cabecera sostienen que el Tequilero escapó, luego de emboscar a agentes federales el pasado 19 de junio del 2017 en la comunidad de “La Gavia”, situación que lo tiene obligado a moverse constantemente, de pueblo en pueblo para no ser localizado.