Tras 14 meses de conflicto, entregan el Palacio Municipal de Mártir de Cuilapan


La alcaldesa denuncia robo millonario
 
A 14 meses de iniciado el conflicto, este jueves 3 de agosto, los opositores a la alcaldesa Felicitas Muñiz Gómez entregaron el palacio municipal de Mártir de Cuilapan, tras un primer recorrido por el lugar, la jefa de cabildo denunció el robo en especie de por lo menos 2 millones de pesos.
Desde antes del mediodía, en la plaza central de Apango, cabecera de Mártir de Cuilapan se instaló una comisión integrada por la delegada del gobierno estatal en la región Centro, Norma Yolanda Armenta; el diputado Víctor Martínez Toledo en representación del Congreso local y Adrián Wénces Martínez, delegado en Guerrero del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido Movimiento Ciudadano (MC), al que pertenece la primer edil.
También hubo un visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) y una notario, quien se encargó de dar fe de las condiciones en que se encontraba el inmueble.
Se aclaró que la entrega del inmueble es consecuencia de un fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), después de que la alcaldesa Muñiz Gómez promoviera un recurso denunciando violencia política.      
La entrega del inmueble se pactó para las 12:00 horas, sin embargo los acuerdos que permitieron la reapertura del ayuntamiento se demoraron hasta después de las 13:00.
Benito Sánchez Ayala, sindico procurador y parte del grupo opositor hacia la presidenta Muñiz Gómez, recordó que el palacio fue tomado desde la tarde del 17 de mayo de 2016, lo que obligó a los integrantes de cabildo a trabajar desde sedes alternas.
En el primer encuentro con los enviados del Congreso y del Ejecutivo estatal, la presidenta Muñiz presumió que se encontraba con el respaldo de sus regidores de Igualdad de Género, Desarrollo Rural, Obras Públicas, Educación y el secretario general, por lo que anotó: “somos mayoría”.
Reprochó los enviados de los poderes públicos el que se haya coartado la posibilidad de que estuviera en la recepción del edificio, pues aseguró que en un principio se sugirió que solamente acudiera el apoderado legal del municipio.
El reproche fue replicado por la enviada del gobierno estatal, Norma Yolanda Armenta, quien le aseguró que ninguna autoridad tiene facultades para coartar la autonomía de los municipios.
Pese al deslinde de la funcionaria, la presidenta solicitó que quedara asentado en el acta notarial que se le pretendió coartar su derecho a participar en la reapertura del inmueble.
Un completo desastre
 
De dos plantas, con una campana en la parte alta del extremo derecho, fachada pintada en colores verde y café, el Palacio Municipal permanecía cerrado con dos cadenas y dos candados.
“Fuera chita”, señalaba una consigna pintada con aerosol rojo en la puerta de metal que todavía luce un deteriorado color blanco.
En la pared se lee una consigna más formal: “Cuando el gobierno no puede, el pueblo tiene la última palabra”.
Sobre la puerta de acceso permanecía tirada una lona color azul, muestra de que ya el movimiento tenía poca concurrencia, más hacia la derecha todavía permanecía extendida una lona color negra, en donde permanecían recelosos un grupo de opositores.
Tiras de palma tejida, botes de pet, un envase de cerveza tamaño caguama, un juego de la lotería, cajas de cartón abandonadas con ropa en su interior, cubetas, garrafones y trastes, son algunos de los elementos que se encontraron en la parte frontal del ayuntamiento.
Pese al calor, Felicitas Muñiz llegó vestida con un saco color blanco y lentes para el sol, desconfió hasta el último momento y siempre sostuvo que el edificio fue objeto de un saqueo millonario.
“Es un desastre total, un robadero de todo lo que había, cambiaron las chapas en oficinas estratégicas como la presidencia; catastro, tesorería, obras publicas, tránsito y seguridad pública”, anotó.
Aseguró que de una bodega se llevaron 76 toneladas de maíz, 6 mil láminas galvanizadas, cemento, tinacos, 30 toneladas de varilla y 50 toneladas de cemento, entre otras cosas que aún no se detectan.
El recuento de lo faltante no culminaba hasta entrada la tarde, ya que por el cambio de chapas, fue imposible ingresar por lo menos en diez oficinas del gobierno municipal.