Se aferró a un tronco y se salvó en San Marcos


La corriente del arroyo se llevó a sus marranos
Ni el machete alcanzó a sacar de su casa
Acapulco, Gro.- En medio de la feroz corriente de agua, Baltazar Heredia, se aferró al tronco de un árbol, para tratar de salvar su vida y lo logró.
Su vecino el carpintero, Ángel Cuevas Ramírez, no pudo pues le cayó una barda y la corriente lo arrastró, muerto lo arrojó a dos kilómetros de la colonia Zapata del municipio de San Marcos, Guerrero.
Los sanmarqueños, no lo pueden creer. Dicen que en más de 70 años nunca había caído tanta agua. Ni mucho menos soplado tanto viento
“Ni siquiera cuando cayó Ingrid y Manuel, hubo tanta desgracia”. En la casa paterna de don Caros Villasana, ubicada a unos 50 metros de la carretera federal y muy cerca del arroyo, una tromba de agua provocó una tragedia.
“Todos vimos, cuando la corriente del río se llevó a dos personas, son unos compañeros que nos estuvieron ayudando. Uno alcanzó a salir y otro lo encontraron muerto hace rato”, cuenta con lágrimas en los ojos, mientras se observa la ropa, llena de lodo, sus muebles y dos vehículos en vilo.
En medio del lodazal, dice que la corriente se llevó sus tambos con maíz, sus 12 marranos, un refrigerador, la cama y una lavadora que acababa de comprar, estaba nuevecita, remarca.
“Nos sorprendió la corriente, fue muy rápido, no alcanzamos a sacar nada, se vino de repente la creciente del arroyo, se llevó la barda y con la barda, entró el agua y se llevó todo”, contó Carlos Villasana Bibiano, con huaraches, camisa desabotonada y gorra en la cabeza.
Nadie sabe a ciencia cierta que pasó. Solo cuentan que cayó mucha agua y que había más mucho más viento.
“Según, todo empezó en Tecomate Pesquería, donde se vino creciendo el arroyo y como a la una y media, se vino el arroyo y se llevó la barda y con ello todas nuestras cosas, estuvo muy feo”, cuenta con las manos llenas de tierra.
La muerte de Ángel Cuevas ocurrió porque ayudó a un vecino a desfogar agua acumulada en una barda de concreto. Iba acompañado por Baltazar Heredia, ambos vecinos de la misma colonia.
-Vecino, échame una ayudadita para desfogar mi pared, está cayendo mucha agua, dicen que le pidieron a Baltazar Heredia Ozuna y él a su vez al carpintero Ángel Cuevas, quien falleció.
Cuenta que estaban haciéndole un hueco a una barda para desfogar el agua que se había acumulado por las lluvias. De pronto se les vino la barda encima y cayó sobre el cuerpo al carpintero.
Dice que fue en un “abrir y cerrar de ojos”, que fue aterrador ver como se los llevaba la corriente, porque además Baltazar, no sabe nadar y en ese momento solo se encomendó a Dios.
 Hoy apareció el cuerpo de Ángel “El Carpintero”, a dos kilómetros de la colonia donde vivía.
Mientras en la casa de don Herminio Eulogio, en la colonia Zapata, dice que la corriente de agua no lo dejo sacar nada.
Esta mañana, mientras soldados del Ejército mexicano apoyaban con la limpieza de su casa, encontró su machete en el lodo.
“Aquí, dice señalando el techo de su casa, se veía todo lleno. Mire como hizo su desmadre y también a los vecinos.
“Ya no me dio tiempo de sacar nada, de repente llegó la corriente y creo que alcanzó tres metros, todo se perdió. Solo mis animalitos, se salvaron, todos se subieron allá arriba”, dice señalando con sus manos curtidas.
Se queja que el torrencial que dejó Max, le echó a perder su estéreo, sus dos televisores, y su refri.
Su mujer lo secunda, no tenemos nada, lo perdimos todo, mire y señala la casa pintada de verde con lodo por todas partes.