Heliodoro Castillo, Gro.- Fachadas destrozadas a tiros, casquillos percutidos sobre el suelo y la zozobra de una población entera, es el resultado de tres días de enfrentamientos entre grupos antagónicos del crimen organizado, en la comunidad en “Pueblo Viejo” del municipio de Heliodoro Castillo en Guerrero.
La comunidad de Pueblo Viejo ubicada en la Sierra de Guerrero, permanece hasta la fecha sin luz eléctrica, sus cuatro escuelas (Preescolar, Primaria, Secundaria y Telebachillerato) se encuentran cerradas y sin profesores quienes al igual que los médicos abandonaron sus centros de trabajo por temor a nuevos ataques, además de que en los últimos días los víveres comenzaron a escasear, lo que ha provocado un sentimiento de abandono en los pobladores de parte de las autoridades de los tres niveles.
El enfrentamiento provoco que mil quinientos habitantes huyeran de sus hogares luego de permanecer día y noche bajo el fuego cruzado, los 500 que no han escapado temen que si el Ejército Mexicano y las Fuerzas Estales salen de la pueblo, un nuevo enfrentamiento surgirá.
Hasta la fecha el presidente municipal de Heliodoro Castillo no ha puesto un pie en la comunidad, ni ha enviado a algún representante para dar apoyo a las familias que aún permanecen en la comunidad.
Los hechos violentos ocurrieron el pasado jueves 24 de agosto, cuando dos grupos del crimen organizado se enfrentaron a tiros, durante 3 días enteros, dejando un saldo de tres personas heridas y cinco casas baleadas, lo que obligó a los pobladores a vivir día y noche escondidos o tirados en el suelo de sus hogares sin poder probar alimento alguno.
El intercambio de balas culmino la noche del sábado 26 de agosto, fecha en la que llegó a “Pueblo Viejo” el Ejército Mexicano y la Policía Estatal para resguardar la comunidad, la presencia de los uniformados fue aprovechada gran parte de los pobladores del lugar para escapar de sus casas.
Las personas que permanecen dentro de la comunidad tras una semana del enfrentamiento preparan sus cosas para escapar en próximos días cuando las autoridades los abandonen a su suerte, por lo que solicitaron al Gobierno del Estado de Guerrero que no retiré a las fuerzas del orden público, ya que su vida se ha reducido a miedo y tristeza, sin la certeza de poder permanecer en sus hogares.