El presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso del Estado, Ricardo Mejía Berdeja precisó que los 176 elementos que fueron dados de baja de la Policía Estatal, actuaron de manera «unilateral» al declararse en paro para exigir mejoras de trabajo.
«Los cuerpos de seguridad debieron tener disciplina y cierta regulación porque es la función más delicada en una sociedad, el tema de seguridad pública», precisó el legislador.
El miércoles, el gobernador Héctor Astudillo dijo que no eran válidas las exigencias laborales de los elementos policíacos, porque a nivel nacional la policía de Guerrero es una de las mejores pagadas.
Mejía Berdeja insistió que si tenían demandas sólidas y fundamentadas, debieron pedir la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) o del Congreso del Estado y no parar labores por tiempo prolongado.
Al ser cuestionado sobre el futuro de algunas mujeres que dijeron ser madres solteras y que también fueron despedidas, insistió que más que un tema de género, se trató de un caso de disciplina.
«Yo insisto, debieron haber ellos agotado… tener alguna manifestación de inconformidad pero no irse a un paro, sobre todo porque también tiene que haber disciplina en la corporación» recalcó.
La inactividad de los elementos, derivó en la baja definitiva de 176 elementos, según cifras del vocero de seguridad, Roberto Álvarez Heredia, los cuales iniciaron el jueves un procedimiento conciliatorio con la Secretaría de Seguridad Pública, después de haber permanecido inactivos por más de 24 horas.
Los despedidos, se reunieron con autoridades estatales y acordaron iniciar un proceso individual el cual será definido en relación a la aceptación de la baja definitiva, o al pedir su reintegración, además que otro grupo deberá aclarar si participó o no en el movimiento parista.
Los acuerdos se realizaron durante una reunión que sostuvo una comisión del personal despedido, con el subsecretario de administración Tulio Samuel Pérez Calvo y el director general de administración y desarrollo de personal, Jaime Ramírez Solís.