Los agresores utilizaron rifles AK-47
Héctor Santiago es un niño de cuatro años que permanece hospitalizado en Chilpancingo, luego de sobrevivir a un atentado en el que murieron sus papás y dos hermanitos, las autoridades todavía no saben quienes fueron los responsables.
La tarde del miércoles 17 de julio, aproximadamente a las 13:00 horas, desconocidos atacaron con rifles de alto poder una camioneta Jeep Cherokee de color gris, placas HCH9717 del estado de Guerrero, en la que el pequeño Héctor se traladaba junto con sus papás, Víctor Manuel Giles y Karla Mojica, demás de sus hermanos Jonathan de 14 años y Yamilet de ocho.
En el punto conocido como Cuatro Mangos, cuando regresaban de su tierra de labor hacia la comunidad de Mohoneras, en una zona despoblada un grupo de desconocidos salieron al paso y dispararon contra la unidad.
Cuando acudieron al lugar, peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) recuperaron en la escena del crimen por lo menos 50 cascajos percutidos de calibre 7.62, utilizados en rifles de asalto AK-47.
En el suelo se encontraron algunos cartuchos completos, que llamaron la atención porque tenían la punta pintada de color verde.
Dicho color en la punta de la ojiva, es una característica de los proyectiles que se utilizan para tener mayor precisión en el tiro.
Aunque Víctor Manuel Giles era comandante de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), autodefensa que controla la zona del Valle de Chilpancingo, en la camioneta que manejaba no se encontraron armas de fuego, solo algunas herramientas de labranza.
Aunque el pequeño de cuatro años resulto con heridas de bala, fue trasladado a un hospital de la cabecera municipal de Chilpancingo, donde entrada la noche se le declaró fuera de peligro y estable.
La FGE informó que la camioneta que manejaba el integrante de la UPOEG y en la que trasladaba a su familia, tenía un reporte de robo registrado el 21 de junio del presente año.