Integrantes del colectivo “Siempre vivos” de Chilapa, marcharán en la Ciudad de México para solicitar a la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Gobernación, que se investiguen más de 182 asesinatos que se han registrado en lo que va del año, casi todos relacionados con el crimen organizado.
José Díaz Navarro, vocero del colectivo de referencia, indicó que esta semana, varios de los promotores de dicha organización se van a trasladar a la capital del país para tocar las puertas de instituciones que pueda hacer algo para enfrentar la severa crisis humanitaria que se vive en Chilapa.
Explicó que ya se dialogó para este fin de semana, el recuento de asesinatos dolosos en dicha ciudad, ubicada en el límite de la región Centro con la Montaña de Guerrero alcanzaba los 182 casos en lo que va del año, todos ellos impunes.
Por esa razón, dijo que a partir de este lunes se buscará la comunicación con familiares de personas desaparecidas, asesinadas, desplazados y amenazados que vivan en la Ciudad de México, para convocarlos a una marcha que se desarrollará el miércoles 13 de septiembre.
El punto de concentración que se tiene contemplado hasta el momento es el angel de la Independencia, para llegar hasta las oficinas de la PGR y posteriormente a la Secretaría de Gobernación, en donde exigirán que ya se ponga un alto a lo que considera como crímenes de lesa humanidad, además de graves violaciones a los derechos humanos.
Los 182 casos que el colectivo Siempre Vivos tienen documentados hasta el momento, se han registrado en lo que se conoce como “Corredor de la muerte”, que inicia en Chilapa, pasa por Tixtla y llega hasta Chilpancingo.
Hasta el momento, dijo que han buscado el respaldo de instituciones locales, sin que hayan logrado un gran avance en la lucha por la reinstalación de la paz, pese a que se ha involucrado a personal de la Policía Federal (PF) y del Ejército Mexicano.
Lo que se necesita, dijo que es una estrategia diferente, que permita obtener resultados reales, pues la población se encuentra en el límite de la desesperación.