Por lo menos 650 policías estatales iniciaron un paro laboral indefinido, exigen que les permitan ver a sus familias y el pago de un bono de riesgo, además reclaman la destitución de sus mandos militares, pues aseguran que de manera recurrente los someten a diferentes abusos.
El paro principalmente se desarrolla en las ciudades de Chilapa y Chilpancingo, en donde los elementos de la Fuerza Estatal denuncian que llevan más de seis días sin que les permitam salir francos para ver a sus familias, lo que vulnera sus derechos humanos.
En la capital de Guerrero son 600 los elementos que se concentraron en el cuartrl general para dar a conocer su inconformidad, con el ánimo de que la información llegara al gobernador Héctor Astudillo Flores y al general Pedro Almazán Cervantes, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
En Chilapa, los elementos de la SSP se concentraron en la Casa del Campesino, con el argumento de que los abusos constantes de los mandos han generado la inconformidad de los policías estatales, razón por la que van a regresar a laa operatividad hasta en tanto no de respeten sus derechos.
Personal que participó en el Operativo Relámpago, en la Tierra Caliente denunció que para convencerlos de que resistieran más dr doce días se les prometió que al regresar a Chilpancingo se les concedería la franquisia, lo que hasta el momento no se cumple.
No descartaron la posibilidad de que el paro se extienda hacia las otras regiones del estado, si los mandos no acceden a la instalación de una mesa de trabajo de carácter resolutivo.