Personal del Ejército Mexicano destruyó 560 armas de diferente calibre en las instalaciones de la 35 Zona Militar, entre ellas rifles AK-47, R-15 y equipo adaptado con lanza granadas.
Las piezas destruidas y sepultadas en las instalaciones militares, durante varios meses permanecieron resguardadas en depositos ubicados en las siete regiones del estado, por lo que un juez autorizó su destrucción.
La mayor parte de las piezas están relacionadas con la comisión de diferentes delitos, algunas fueron aseguradas tras enfrentamientos con corporaciones reconocidas constitucionalmente.
De acuerdo con el general Javier Germán Jiménez Mendoza, comandante de la IX región Militar, el problema de la posesión de armas de fuego en manos de peraonas no habilitadas legalmente para ello es muy delicado en Guerrero, pues constituye una de las principales fuentes para la comisión de delitos.
Destacó que mientras este jueves se destruyeron 560 piezas de diferentes calibres, en los depositos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) hay 2 mil 400 unidades más que esperan se defina su destino final.
Esa es una muestra de lo delicado del problema que se enfrenta en ese tema.
Entre lo destruido hay piezas de diferentes calibres, pero lo que más preocupación generan, es la cantidad de rifles de asalto; R-15 y AK-47 que se han asegurado en manos de civiles, además de adaptaciones para lanzar granadas.
En la destrucción del armamento participó el titar de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), José Luis González de la Vega Otero, el secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes y entre otros, el diputado local del PRI Víctor Manuel Martínez Toledo.