Crimen organizado impide lucha contra incendios forestales en Chilpancingo

  • Para impedir la localización de plantíos de amapola

 
 
Integrantes del crimen organizado evitan de manera recurrente que brigadistas de Protección Civil, así como dependencias del estado y la federación combatan incendios forestales en la parte alta de la Sierra, la semana pasada, dos siniestros devastaron más de mil hectáreas de bosque en el principal pulmón de la región Centro.
La mañana del martes, la dirección de Protección Civil del municipio de Chilpancingo, a cargo de Gustavo Vela Guevara informó que en los que va del año, en la jurisdicción de la capital de Guerrero se han registrado 47 incendios forestales, los que han devastado alrededor de 6 mil 265 hectáreas, entre bosque y pastizal.
Vela Guevara comentó que de enero a la fecha, en dicho municipio se ha registrado un total de 47 incendios forestales.
Año con año, la región Centro, y particularmente Chilpancingo es la zona más afectada por los incendios, la mayoría provocados por la quema del tlacolol, práctica ancestral que se utiliza para preparar las tierras de cultivo.
Los 47 incendios representan una afectación de 6 mil 265 hectáreas, aunque no hay un dato preciso de cuantas corresponden a macizo forestal y cuantas a pastizal.
Hasta la mañana del martes había dos conflagraciones vigentes; una en el lado de Acahuizotla y otra más en el rumbo de Palo Blanco, ambos en la ruta que va hacia el puerto de Acapulco.
Vela comentó que “por motivos sociales”, la semana pasada no se pudieron atender los siniestros que se registraron en las comunidades de Llanos de Tepoxtepec, Amojileca y Xocomanatlán, en donde se concentra parte importante del macizo forestal de la región Centro de Guerrero.
Cuando se le insistió sobre las causas, el funcionario se limito a señalar que “por cuestiones ajenas a nosotros, no pudimos llegar hasta los incendios”.
El funcionario municipal se abstuvo de emitir más comentarios, por las repercusiones que la información puede generar.
Sin embargo, colaboradores de las dependencias involucradas informaron que en las partes altas de la Sierra, grupos de gente armada bajan para interceptar el avance de las brigadas con la intención de evitar que lleguen hasta puntos en los que se ubican plantíos de amapola.  
“Nos dicen que ellos se hacen cargo y no nos dejan subir”, señalaron los trabajadores.
Derivado de la falta de atención, la semana pasada hubo más de mil hectáreas de bosque afectadas, lo que consideran como grave porque se trata de una zona en la que prevalecen árboles de gran tamaño.      
 

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