Chacotla; la muerte tiene permiso

  • No hay resguardo policíaco permanente, pese al ataque que ya dejó seis muertos  

La madrugada del miércoles 1 de febrero, seis de ocho personas “levantadas” en la comunidad de Chacotla, en el municipio de Mochitlán fueron ejecutadas a balazos, sus cuerpos quedaron tirados en el punto conocido como El Pochquelite, sobre la carretera estatal que va de Mazatlán lleva hacia “El Salado”.
El hallazgo se registró alrededor de las 06:30 horas del 1 de febrero, aproximadamente a tres kilómetros de Mazatlán, comunidad perteneciente a Chilpancingo, de la que recientemente fue expulsada la Policía Ciudadana (PC) del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo Social (FUSDEG).
Se trata de seis cuerpos de varón, quienes la noche del lunes fueron sustraídos por un grupo de hombres armados, por lo menos 40, según habitantes de la comunidad de Chacotla, la cual pertenece a Mochitlán.
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Alvarez Heredia confirmó que durante la irrupción del grupo de desconocidos se llevaron también a dos mujeres, por lo que fueron ocho las personas que originalmente se reportaron como privadas de la libertad.
Vecinos de Chacotla indicaron que las mujeres fueron liberadas alrededor de las 05:00 horas del miércoles, casi al tiempo en que los seis varones fueron asesinados.
De acuerdo con la Policía del Estado (PE), los hombres fueron ejecutados en el punto carretero en que se los encontró tirados, cada uno de ellos recibió al menos dos impactos de bala en la cabeza.  
Personal del Servicio Médico Forense (SEMEFO) realizaba el levantamiento de los cadáveres, cuando varios familiares se presentaron en el lugar de los hechos para identificar a las víctimas.
Una vez que reconocieron a cinco de las seis víctimas, los deudos solicitaron a los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) que se retiraran, ya que no permitirían que se les practicara la necropsia y los sepultarían en su comunidad de origen.
La petición se acató, por lo que todos los cadáveres se trasladaron en camionetas particulares, solo uno resultó ser habitante de Mazatlán.
Se les dejó morir
Durante el velorio de los cinco habitantes de Chacotla, los integrantes  de las familias agraviadas denunciaron que durante las horas previas a la incursión de los hombres armados, ellos reportaron el hecho ante las autoridades de los tres niveles de gobierno por medio de llamadas al 911, sin embargo no tuvieron el auxilio que necesitaban.
“Prácticamente dejaron que los desconocidos actuaran a sus anchas, dejaron a nuestros seres queridos abandonados a su suerte; nos dejaron morir”, indicó uno de los deudos.
Chacotla se ubica entre los municipios de Chilpancingo y Mochitlán, no está muy alejado de la capital de Guerrero y los elementos de la Policía del Estado, del propio Ejército y la Policía Federal (PF) pudieron llegar en poco tiempo, desde el momento en que se les requirió, pero no lo hicieron.
UPOEG: Fue un pleito entre delincuentes
Desde que se registró la irrupción de los casi 40 pistoleros  en Chacotla, los habitantes de dicha localidad denunciaron que si no todos, por lo menos una parte de los agresores pertenecía  a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
A finales de 2016, la UPOEG expulsó a los policías ciudadanos el Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo Social del Estado de Guerrero (FUSDEG) de Petaquillas y Mazatlán, que son los pueblos en que se registró la incursión que enlutó a los pobladores de Chacotla.
El mismo día en que se registró el hallazgo, el principal dirigente de la organización, Bruno Placido Valerio se deslindó públicamente del levantón y asesinato colectivo, mas aún, aseguró que dicho ataque fue producto de una confrontación entre grupos delictivos.
Placido Valerio debió viajar el mismo día hacia Chilpancingo y el puerto de Acapulco, ante los señalamientos que se realizaron en redes sociales contra integrantes de la UPOEG, casi a partir del levantón realizado la noche del lunes 30 enero.
Lo anterior, pese a que hubo una acusación directa en el caso de Yony Molina, ex comisario de Palo Blanco, al que Placido desmarcó de cualquier vinculación.
En cambio, dijo que ya se tienen datos concretos de quienes fueron los responsables del crimen, así como un mapeo de las zonas en las que se mueven los agresores.
“Ese es un asunto delictivo, ya pedimos a los comandantes de la zona que hagan una revisión detallada para tener mucha claridad respecto a lo que sucedió”, anotó.
Comentó que ya tuvo la oportunidad de dialogar con las familias agraviadas, les proporcionó su número telefónico para intercambiar información y se comprometió a dar seguimiento a las indagatorias.
Consideró importante aclarar que en Petaquillas y Mazatlán, las comunidades más cercanas a la zona en que se registró la privación de la libertad y el asesinato de los vecinos de Chacotla, la OPOEG no tiene bases de operaciones, ya que ahí todavía existe un control muy fuerte del crimen organizado.
Es una ruta, que de acuerdo con el dirigente, se disputan los integrantes de “Los Rojos” y “Ardillos”.
Sin resguardo
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Alvarez Heredia reconoció que no hay en estos momentos vigilancia policiaca en la comunidad de Chacotla, pese al multi homicidio y desplazamiento de por lo menos dos vecinos; un padre y su hijo amenazados.   
La noche del 30 de enero, un grupo de hombres armados irrumpió en la comunidad de Chacotla, municipio de Mochitlán y se llevó a ocho personas; seis varones y dos mujeres.
Antes de 48 horas, las dos mujeres fueron liberadas en Mazatlán, aproximadamente a 40 minutos de su comunidad de origen, los seis hombres ejecutados a balazos y sus cuerpos tirados en la carretera que va hacia El Salado.
La tarde del viernes 4 de febrero, trascendió que dos personas; el padre de uno de los jóvenes asesinados y su hermano había  abandonado la comunidad de Chacotla, ante el riesgo de que se registrara una nueva incursión y que fueran asesinados.
Cuestionado al respecto, el vocero del GCG, Roberto Alvarez Heredia explicó que el mismo viernes varios grupos de la policía del estado se trasladaron a Chacotla, pero tras confirmar que las dos personas salieron e la comunidad, regresaron hacia su base de operaciones.
Para la jornada de este sábado 5, Alvarez Heredia reconoció que tal y como lo denuncian algunos vecinos del lugar, en Chacotla actualmente no existe resguardo policíaco.
“Esa es una comunidad, al igual que cinco mil que tiene el estado, pero esta comunidad por lo que vivió ha merecido la atención de las autoridades de seguridad pública; vario grupos de la policía del estado han hecho presencia en la comunidad, pero se requiere también vigilar otras zonas que también son muy complicadas”.
Mencionó los casos de Xochipala, municipio de Eduardo Neri, así como el corredor que va de Tixtla hacia Chilapa de Alvarez.
“En estos momentos, yo como vocero no tengo conocimiento de que haya un resguardo en la comunidad de Chacotla”, indicó el vocero del GCG.
El titular de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP), Pedro Almazán Cervantes se abstuvo de emitir comentarios en este asunto concreto.

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