El dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Placido Valerio se desmarcó de cualquier vínculo con el crimen organizado, como lo indican varias lonas colocadas junto a cuerpos desmembrados en diferentes puntos de la capital de Guerrero.
La tarde del lunes, Placido Valerio encabezó a cientos de integrantes de la organización que dirige en una caravana que del punto conocido como “El Parador del Marqués” llegó hasta las instalaciones del Congreso local.
Los integrantes de la unión de pueblos llegaron de comunidades ubicadas en la Costa Chica, región Centro, parte de la Montaña y la Sierra del Filo Mayor.
Entre otras cosas, solicitaron una reunión con la Junta de Coordinación Política del Congreso local, para plantear que haya una revisión a fondo de la Ley 701 en materia de derechos y cultura indígena, con la posibilidad de que la Policía Ciudadana (PC) de la UPOEG sea considerada dentro del esquema de policías comunitarias.
Antes de llegar al Congreso, el dirigente fue cuestionado en torno a las imputaciones que se le hacen en varias mantas que grupos delictivos dejaron este fin de semana en diferentes puntos de Chilpancingo, en mensajes que lo relacionan con la delincuencia organizada.
Placido sostuvo que ese tipo de acusaciones han sido constantes desde que la Unión de Pueblos adoptó el esquema de autodefensa, en enero de 2013, por los intereses que afectó a su paso.
Indicó que si los nexos fueran reales, en estos momentos ya estaría sujeto a proceso, ya que que su teléfono celular siempre ha estado intervenido por los diferentes órganos de investigación que tiene el gobierno de la República, sin embargo hasta el momento no se le comprueba nada.
Lo que sí manifestó, es que desde hace varios años está sujeto a diferentes amenazas por parte de la delincuencia, lo que considera como una consecuencia natural por el trabajo que implica organizar a comunidades que se encontraban sometidas a la extorsión o el cobro de piso.