– Pide que haya un ejercicio de reflexión en torno al riesgo que representan las marchas y concentraciones masivas
– Reitera la suspensión de actividades con grandes concentraciones de personas, en lo que resta de Semana Santa
Vianey Ponce
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza reprochó el hecho de que los partidos políticos “se pasen por el Arco del Triunfo” las medidas encaminadas a evitar la propagación del Covid-19 y de manera constante realicen marchas y concentraciones masivas, lo que pone en riesgo la salud de la población.
Rangel Mendoza recordó que los cinco obispos de esta entidad federativa se mantienen en la postura de apoyar las medidas implementadas por las autoridades sanitarias, en la lucha por la erradicación de la pandemia, que a nivel nacional ha matado a más de 200 mil personas.
Como prueba de ello, destacó que se ha tomado la decisión de suspender las grandes procesiones, que para estas fechas se desarrollaban de manera multitudinaria en Taxco de Alarcón, por mencionar un caso.
“Pedimos que ya no se hagan, porque Taxco es una de las ciudades más contaminadas y no queremos que se contamine la gente, ni que los sacerdotes vayan a contaminar a los demás”, destacó.
Recordó que en los últimos días se registró la muerte de dos sacerdotes en la ciudad colonial, en tanto que hay otro más que sobrevivió, pero que se encuentra severamente afectado en su salud.
Las actividades del viernes santo y del sábado de gloria también fueron suspendidas, aunque las ceremonias se van a desarrollar de manera virtual, para cuidar la salud de los feligreses.
Rangel Mendoza admitió que Guerrero es uno de los estados más religiosos del país, de tal manera que para la iglesia católica ha representado un verdadero esfuerzo implementar acciones encaminadas a contener los contagios de Covid-19.
El jefe religioso comentó que contrario al esfuerzo que se realizan en diferentes sectores, los partidos políticos van en una ruta completamente diferente: “pues han quebrantado las medidas sanitarias y como dicen en mi pueblo; se las pasan por el Arco del Triunfo”.
Reprochó que mientras a los eventos religiosos sí se les monitorea desde las autoridades gubernamentales, a las concentraciones no se les da la importancia que se requiere.
Es en esa parte donde recordó una frase popular que asegura, encaja muy bien en el tema: “Yo recuerdo un refrán que decía; hágase la voluntad de Dios, en los bueyes de mi compadre”.
Indicó que la Iglesia sí ha sido disciplinada, pero reprochó que no se actúa del mismo modo hacia las actividades políticas, incluso en el caso de la actividad comercial también suele haber mucha tolerancia, como prueba de ello citó el caso del mercado central y la calle 21 de marzo, en la que aseguró que “no cabe ni un alfiler”.
Rangel recordó que solo en la Diócesis Chilpancingo-Chilapa hay por lo menos ocho sacerdotes muertos a causa de la pandemia, sin que se tenga hasta el momento un registro global de los ministros de culto que han muerto a causa del virus.
Salvador Rangel Mendoza consideró que la Semana Santa representa una coyuntura importante para propiciar la reflexión, el dialogo y la reconciliación entre los seres humanos.