Ocho homicidios en los municipios de Acapulco y San Nicolás

— Arrojan restos humanos de dos personas en Costa Chica, dice la FGE
— Otros dos cuerpos se los llevaron familiares en San Nicolás
— En Acapulco, cuatro son ultimados a balazos

Javier Trujillo

Acapulco, Gro.- La violencia se recrudece en los municipios de Acapulco y San Nicolás en la región de la Costa Chica de Guerrero.

En dos hechos distintos en el nuevo municipio de San Nicolás, muy cerca de la colonia Miguel Alemán y de El Pitayo, autoridades ministeriales encontraron los cuerpos de dos hombres desmembrados.

En esa región costera, se cometieron cuatro homicidios dolosos en la madrugada entre los municipios de San Nicolás y Cuajinicuilapa.

Se precisa que los cuerpos de cuatro hombres fueron desmembrados y arrojados en el crucero de la colonia Miguel Alemán que va al poblado de El Pitayo, municipio de San Nicolás.

Se detalla que en la carretera, se encontraron los cuerpos de dos hombres los cuales quedaron esparcidos en la vía federal, y que se difundió en un video tomado desde un taxi.

Los otros dos sujetos que fueron desmembrados, testigos de los hechos aseguran que sus familiares se los llevaron, y fueron amenazados para no realizar los funerales de sus seres queridos.

Las autoridades ministeriales, confirmaron que solamente son dos cuerpos los que se encontraron entre Cuajinicuilapa y San Nicolás, región de la Costa Chica del estado de Guerrero.

Los restos humanos de dos sujetos que fueron levantados se encuentran en calidad de desconocidos, y fueron trasladados por personal del Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizar la necropsia de ley, y entregarlos a familiares que reclamen en la morgue.

Más tarde, en la zona del Acapulco Tradicional, en un negocio de cervecería hombres armados atacaron a dos personas y los privaron de la vida. Casi en forma simultánea en la colonia Vicente Guerrero, otro hombre fue ultimado a balazos.

Mientras, en la populosa colonia Progreso, fue encontrado sin vida el cuerpo de un hombre privado de la vida con un torniquete en el cuello, entre las calles de Oaxaca y Bernal Díaz del Castillo.

La víctima tenía un lazo en el cuello, y estaba atado de pies y manos con huellas de haber sido torturado.

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