Marchan en Ocotito para exigir justicia en el caso de los estudiantes de la UAGro asesinados


También piden el cese de policías que dejaron morir a Darwin Espinobarros
Habitantes de las comunidades del Valle, marcharon de Mohoneroas hacia la comisaría de El Ocotito, ahí exigieron justicia para los jóvenes Darwin Espinobarros Miranda y Cristián Jesús Santiago Navarrete, ambos estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), también pidieron que se sancione a los policías que actuaron con negligencia en los hechos del 24 de mayo, en la cabecera municipal de Chilpancingo.
 La madrugada el 13 de mayo, Cristián Santiago quedó atrapado en el enfrentamiento a balazos entre policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo Social del Estado de Guerrero (FUSDEG).
Una bala perdida terminó con la vida del estudiante de la licenciatura en comunicación de la máxima casa de estudios, lo que generó conmoción entre los pobladores del Valle de Chilpancingo, porque la violencia la generaron dos organizaciones que surgieron con el argumento de defender a la población, no de agraviarla.
El 24 de mayo, dos jóvenes fueron asesinados a balazos en el acceso principal a la colonia Emiliano Zapata de Chilpancingo, una de las víctimas fue Darwin ESpinobarros Miranda, estudiante del tercer grado de la escuela de Artes de la UAGro.
Este hecho generó malestar, además del hecho de que no se conocieran antecedentes negativos en el caso de Espinobarros Miranda, por el hecho de que personal de la policía que acudió al lugar no le prestó los primeros auxilios, pese a que Darwin emitió señales de vida al aferrarse a la pierna de un elemento de seguridad.
Las imágenes difundidas en redes sociales se viralizaron con fuertes criticas para la Fiscalía General del Estado (FGE), pues se dijo que el elemento que no atendió las señales de Darwin era un policía ministerial.
El propio fiscal, Javier Olea Peláez declaró que el agente de la omisión no era personal de la PIM, si no de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
La mañana del domingo 28 de mayo, cientos de habitantes de la comunidad de Buena Vista, de donde era nativo Darwin realizaron una marcha que inició en Mohoneras y terminó en la comisaría de El Ocotito.
En el recorrido, los familiares y amigos del joven músico exigieron que la FGE investigue la causa del crimen, que ubique a los responsables y los sancione.
También pidieron el cese del personal policíaco que estuvo en el lugar de los hechos, que tuvo la posibilidad de proporcionar los primeros auxilios al joven y no lo hicieron, pues cometieron una omisión muy grave.
“A Darwin lo dejaron morir, eso es lo que nos dijeron en el forense cuando fuimos por su cuerpo”, señaló una de las compañeras del músico, que pidió a la sociedad hacer hincapié en la necesidad de que la policía en cualquiera de sus presentaciones, tenga la capacitación mínima para asistir en los primeros auxilios.
 La Explosión Norteña
 Darwin Espinobarros era el segundo de tres hermanos varones, en los hechos, representaba la piedra angular de un grupo musical llamado “Explosión Norteña”, el cual comenzó a realizar presentaciones en 2012.
“En el grupo estábamos los tres hermanos, un primo y dos muchachos más que son mu cercanos a la familia”, señala Cristopher Barrientos, Hermano de la víctima.
En esos cinco años, explicó que su música ya era conocida en los estados de Chiapas, Puebla y Veracruz, en donde la forma en que murió generó sorpresa y conmoción.
“La verdad hicimos muchas cosas buenas, pero fue porque mi hermano era muy movido, alegre, siempre encontraba la manera de abrirnos puertas”, aseveró.
Aunque Darwin era menor que Cristopher, este asume que en realidad su hermano era el sostén de la familia.
También comentó que su hermano y Cristián, el joven abatido en el fuego cruzado entre la UPOEG y el FUSDEG eran muy cercanos, amigos casi desde la infancia y conocidos en los  pueblos del valle por estudiosos y trabajadores.
Las familias de hasta hace poco estaban hermanadas por la amistad de los hijos, hoy quedaron  enlazadas por la tragedia, en ambas el clamor es de justicia.