Líder del Congreso justifica el resguardo en las casetas de peaje de la Autopista del Sol

– “Comenzó con los estudiantes y padres de los 43, pero ya había otros grupos que sacaban provecho”, sostiene Alfredo Sánchez Esquivel
– Pide que se busquen mecanismos más efectivos de lucha

Rogelio Agustín

El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, Alfredo Sánchez Esquivel justificó la determinación de impedir que padres de los 43, así como estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa tomen bajo su control las casetas de peaje de la Autopista del Sol.

Desde el viernes 28 de enero, personal de la Guardia Nacional (GN), así como de la Policía del Estado se desplegaron para evitar que los integrantes del colectivo “Nos Faltan 43”, junto con estudiantes de la Normal Rural tomaran las casetas de peaje de Palo Blanco y La Venta, la primera ubicada en Chilpancingo y la segunda en Acapulco.

Para el fin de semana, el despliegue se amplió hacia la caseta de Paso Morelos y en la autopista Iguala-Cuernavaca, lo que propició críticas de parte de organizaciones sociales, pero respaldo de la Iniciativa Privada y de representantes de la Iglesia.

Sánchez Esquivel reconoció que en ese tema se debe encontrar la menara de generar equilibrios, pues destacó: “En muchos momentos ya no se sabía necesariamente quien era el que estaba tomando la caseta, esa es una realidad, en muchas ocasiones ya no eran estudiantes; eran ex estudiantes”, anotó.

Recordó que en el vecino estado de Morelos, había un grupo de personas ajeno a la Normal Rural, que de manera recurrente hacía presencia en las carreteras de cuota: “Había un grupo organizado por una lideresa, donde contrataba a personas campesinas, de extracción muy humilde, algunos indígenas para tomar la caseta con el pretexto de que era un reclamo, cuando en realidad era un negocio”, aseveró.

Dijo que en el movimiento en pro de la localización de los 43 “se perdió la esencia”.

El coordinador de Morena en el Congreso de Guerrero, se manifestó a favor de que se respete la libertad de expresión, siempre y cuando no se perjudique a terceros, “que se entreguen los bolantes en los que vayan contenidos los reclamos, eso siempre se va a defender”.

Aclaró que una cosa es reclamar justicia por situaciones deleznables que han sucedido en Guerrero, “pero otra muy distinta es que algunos hagan un pequeño negocio, lastimando la economía del país”.

Complementó: “Parecerá que no es nada, pero al turista, al que viene para Acapulco y ve estas cosas pues no les genera confianza, tú los escuchas y no lo toman como los guerrerenses que aquí vivimos, que estamos acostumbrados, a ellos les genera temor, les genera miedo”.

Pidió a las organizaciones sociales buscar otra alternativa para manifestarse, que sea más efectiva y que no sea tomando las casetas o cerrando la carretera.

Aseguró: “Comenzó con los estudiantes (de Ayotzinapa), pero se comenzó a desvirtuar y ya hay otros grupos que nada tienen que ver con los muchachos, que bloquean y también piden recursos, pues primero era en la caseta de Palo Blanco, luego en la de Acapulco y la de Paso Morelos, en un solo día estaban tomadas misteriosamente las tres casetas y parecía que se distribuían los estudiantes y los padres de los 43”.

Para el líder parlamentario de Morena, la decisión de impedir la toma de las casetas fue correcta, porque las acciones no eran exclusivas de un grupo social: “yo creo que ya había gente que estaba abusando de esta situación”, insiste.

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