A la memoria de Javier Valdez
A media mañana el sol no era el mismo en la cabaña de madera y techo de lámina el sol de todos los días y la eternidad de ahora de antes y de nunca -es otro- sin ganas de molestar a los terceros astros que todo lo ven sin embargo una nadita de algo -de cómo les dijera- de duda y sus atributos le molesta a tal grado que el rebrillo del astro no cuadra con la lente que se bambolea sobre la cama en este apartado rincón del mundo donde el catre sirve de silla y la cocina de mesa y en los cuatro por cuatro metros de profundidad y longitud un sin fin de trebejos comparten la vida con sus moradores y cada objeto es un personaje principal de este cuchitril donde la luz y el ojo del sol quema y ataranta al extremo que por -nadita de nada- cambia de humor y podría todavía estar riendo con ese carcajeo burlón o llorar como un demente al que le han destinado lobotomía terminal pero lo cierto es que a pesar del sol entrando a tragos en la casa – una nadita de algo- le dice que un evento fuera de toda lógica está por suceder y como Él además de llorar y reír tiene el don de profecía dada su condición primigenia ancestral y ser hijo de un carpintero que a pesar de saberlo todo ignora lo que Él pese a su edad ve como un resplandor invade la casa se come los muebles y reburuja la cama con una fuerza centelleante y trabada a una serie de dardos de luz que salen y entran, rebotan y traspasan cuerpos mientras Él en medio de todo ríe a carcajada suelta pensando en que las luciérnagas también se alumbran de día para encontrarse con su hembra y poseerla
Pero eso no es todo la mayor sorpresa fue tener que pensar en como sacar fuerzas de los objetos y cumplir su cometido pero todo es en vano vertiginosamente las balas afloran por todos lados y es imposible ocultarse debajo de la sombra para esquivarlas porque el estruendo constante y rítmico de las armas automáticas no para y contabilizar como la cama se despanzurra y vuelan pedazos de cazuelas y las tripas del colchón cuelgan de los ganchos para tender la ropa y chorros rojos salpican la pared de madera y en segundos todo el orden y el ojo del sol se apaga en un santiamén y Él es el único al que las balas no lo han herido y acaba regresado a la panza de su madre que en los últimos momentos de su vida intentó salvarlo al lanzarlo hacia un costado de su abultado vientre acción por demás inútil al ser alcanzada por los proyectiles que hicieron añicos venas cartílagos tejido de pedigrí corporal y los sesenta kilos de su matrona le cayeron encima y de la risa pasó al llanto y al silencio.
Ocho horas después de la masacre perpetrada por policías y presenciada por vecinos y curiosos que nunca faltan y siempre estorban una vez asegurado el perímetro por el ejercito y cuerpo policiaco que se enfrentó a esta turba de facinerosos malandros malandrines los guardianes de la ley y el cuerpo especial en crímenes masivos, emepés y peritos en medicina forense arribaron al lugar de los hechos y al observar la escena del crimen se percataron de inmediato que aquello fue un ajusticiamiento sumario que incluyó una olla de peltre cuatro vasos de veladora estampados con flores doradas, cinco plátanos verdes diez y ocho huevos una cama una mesa de parota dos almohadas una hamaca y un titipuchal de enseres y trebejos que no vale la pena mencionar en el parte oficial, sin embargo a la falange de defensores de la ley que repelieron la agresión no les causaron ni un rasguño quedando todos salvos de aquel infierno de bala y fuego y en el parte oficial se dio fe que ninguno de los guardias que participaron en el operativo resultó herido o muerto.
Los cuerpos de la familia estaban regados en la espacialidad interior rodeados por deyecciones de esfínteres que al instante de la muerte estallaron e inundan el piso de tierra de la casa en la cual la sangre viva corre sin dificultad evita murallas de ropa agujereada dribla el espacio entre una cuchara de palo y la pata de la cama destrozada asciende por encima de un trompo de madroño sin cordel repta sin sosiego y traspasa calzones de mujer se trepa por una caja de cigarros sin filtro e inunda todo como si en vez de la linfa del cuerpo hubiera sido anegada la casa por un huracán sanguíneo que terminó por acabar con su propia vida y el manantial de líquido rojo mezclado con tierra y deyecciones prosigue por el desnivel del piso cruza el umbral de la que nunca fue una puerta en el sentido literal pese a tener un carpintero en casa y la sangre fluye esbelta y siniestra hacia la calle, cruza una muralla de polvo amarillo y al chocar contra un muro que sirve de cañería al agua pluvial comienza por producir un borbollón de espuma roja mezclada con raicillas, hojas y entre más se llena la ranura de tepetate el cuajaron rebasa el bordo y se lanza sin tropiezos sobre la llana superficie del predio de origen calizo y lo cubre lentamente y alcanzado al clímax se convierte en un meandro de sangre inmaculada que silenciosamente se incrusta al linaje polvoriento de la tierra.
En medio de aquel caudal palpitante y todavía vivo que mostraba su rostro desde el interior de la casa llamó la atención al cuerpo de expertos en crímenes y forenses con maestría en Tegucigalpa observar una manita que sonreía con los dedos y se asomaba por debajo del cuerpo de una femenina de tez oscura ropa blanca y deslavada totalmente destrozada y la cual al parecer en el último instante de su vida quiso dejar un legado de heroísmo al intentar cubrir a su hijo de la metralla letal y el principal de aquella turba de guardianes de la ley ordenó hacer rodar el cuerpo sin alterar la escena del crimen tumultuario y una vez empujado el cuerpo de la mujer con la punta de la bota siniestra hacia un costado descubrieron a la madre de todas las pruebas un fusil apretujado por la manita del bebé y siguiendo los manuales para estos casos es menester aplicarle la prueba del rodizonato de sodio a la manita del angelito muerto para comprobar si el fuego cruzado primero salió del interior de la casa y no del espacio exterior a ésta.
Antes de hacer declaraciones basadas en la observación directa, los estudios de laboratorio pruebas periciales in situ y la observancia del protocolo que se implementa en estos casos graves se llegó a la conclusión que el único que podría dar positivo de los habitantes de la casa de madera muertos por la metralla y resguardada por el sol fue el bebé de nueve meses de nacido que en la desesperación accionó el arma de su padre encontrada a escasos tres centímetros de la mano izquierda del infante y mediante una ecuación lógica se pudo inferir por información directa que en la desesperación producto del hambre el casi nonato oprimió el gatillo del Kalashnikov al confundirlo con la teta sabrosa de su madre.
Las conclusiones de este hecho en que fueron ejecutadas trece personas a mansalva hubiera pasado desapercibido por las autoridades y los expertos en criminalística si no hubiera sido porque un detective de homicidios con esa capacidad intrínseca adquirida con la experiencia y gracias a la sugerente intuición del Jefe policiaco previo a todo el montaje pericial notó algo extraño en la mano derecha del infante que casi imperceptible tenía una manchita oscura en el dedo índice porque al levantar el cuerpo de la que todavía no sabían que se trataba de su madre, repararon en un fusil automático que aún reposa en la mano izquierda del infante por lo que quedó asentado en el acta que en esta trifulca donde perecieron trece cuerpos masculino y femenino adultos y menores traspasados por cientos de balas hubo un francotirador derecho y no zurdo como al principio se infirió y el cual desde el interior de la casa de madera ya no resguardada por el sol les hizo frente al cuerpo de elite que intentó salvar a un secuestrado que tenían maniatado con cinta canela bajo la cama de otate y que hasta el cierre de esta investigación no ha aparecido y por motivos de seguridad y para no entorpecer las investigaciones no se darán sus datos hasta no concluir los exámenes periciales y las pruebas.
En esta acción no hubo bajas entre los guardianes sin embargo del lado de los malos fueron trece como ya se dijo los caídos, incluyendo al que desde un principio llamaron el francotirador perfecto pues les disparó tomando como escudo el vientre abultado de su madre que al parecer estaba embarazada.
En esta acción de armas totalmente legal los cuerpos policiales repelieron la agresión y producto de un trabajo de inteligencia se concluyó que los habitantes de la casa abandonada por el sol y convertida en coladera y rastro humano al quedar los cuerpos prácticamente despedazados por tanta bala y fuego de mortero el principal causante de esta heroica batalla contra el mal, fue el infante que en la desesperación accionó el fusil de asalto como lo demuestra la prueba aplicada al delincuente esa misma tarde en el laboratorio de la Policía Central.
El departamento de logística contra el crimen organizado dará una conferencia de prensa para explicar que no fue una ejecución sumaria como periodistas de nota roja y medios amarillistas han voceado en periódicos de papel y en línea. Tampoco se trató de una venganza familiar o algo por el estilo, fue una dura intensa y sangrienta batalla contra el crimen para preservar la paz y estoicismo a la población de Villa de la Tranquilidad.
El departamento de la policía cibernética de inmediato se ha dedicado a rastrear a creadores de memes y difusores de noticias chafas pues la historia filtrada desde el corazón de la policía o producto del jaqueo practicado a los servidores policiacos por maleantes sin escrúpulos en horas se convirtió en un trending topic y la historia del bebe francotirador ha ocupado no solo las primeras planas de diarios del mundo, se ha convertido en un mal ejemplo para la niñez del orbe por la persuasiva intención del francotirador al pretender defender a su familia a la que todavía no le han podido comprobar que se dedicaba al secuestro, la extorción y el robo.
Suponían los guardias que para el departamento de la Policía Central, es un caso cerrado tal y como quedó comprobado por los estudios aplicados a los caídos a los que tampoco les encontraron armas y dieron negativo en la mencionada prueba.
Y en el instante en que el sol, con esa -nadita de nada- se oculta sobre los techos de lámina de la mayoría de las casas un mandamás que resguarda el sitio del crimen, recibe la buena nueva por teléfono, efectivamente solo el menor dio positivo al examen de laboratorio a base de rodizonato de sodio.
En encargado de resguardar la escena del crimen solo alcanzó a escuchar con alegría al de la voz áspera que firme le ordenó retirarse del sitio e incorpórense a sus cuarteles para recibir órdenes el tema del francotirador es caso cerrado.