El 15 de agosto se emite el fallo en torno al amparo promovido por 176 policías despedidos

Temen un fallo en contra
A cuatro días de que el Poder Judicial de la Federación emita un fallo en torno al Juicio de Amparo que promovieron para defender su permanencia en el trabajo, los 176 policías estatales despedidos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reconocieron que temen un fallo en su contra, a partir de la posible comisión de un acto de corrupción.
Los elementos que se mantienen en el juicio, este viernes volvieron a concentrarse en la explanada de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), para ratificar su determinación de no ceder ante las presiones de la autoridad y esperar a que se emita una resolución.
Señalaron que ellos aportaron todos los elementos de prueba para dar sustento al juicio que promovieron ante la justicia federal, sin embargo, temen que haya un acto de arbitrariedad en su contra.
Desde mayo pasado, los elementos que se declararon en paro a partir de que exigieron mejores condiciones de trabajo fueron sancionados  con la suspensión de sus pagos, aunque no se ha consumado el despido porque no aceptaron el finiquito que se les ofreció.
La SSP pretendía pagarles 7 mil pesos por cada año trabajado, lo que consideraron como una falta de respeto, sobre todo cuando ellos son elementos que se entregaron al trabajo de seguridad pública, asumiendo el riesgo de utilizar equipo que en muchos casos ya no era útil para mantener a salvo su integridad personal.
El Juicio de Amparo está acompañado de una denuncia por abuso de autoridad en contra del general Pedro Almazán Cervantes, titular de la SSP.
Invitaron a los medios de comunicación para estar presentes en la sede del Juzgado Séptimo de Distrito, con la intención de que informen de manera puntual si se adopta en contra de los elementos despedidos el tráfico de influencias.
Recordaron que el despido que se pretende consumar es completamente arbitrario, ya que no se les turnó al Consejo de Honor y Justicia de la SSP, la decisión de dejarlos fuera de la corporación la tomó una sola persona, no los órganos de control interno.