“De manera formal”, la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) no ha recibido información sobre amenazas u hostigamiento a militantes, aseguró el secretario general perredista, Alberto Catalán Bastida.
En menos de un año, se han suscitado 5 ataques certeros en contra de ex diputados locales y alcaldes, afiliados al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al PRD.
Al respecto, el secretario general del PRD Alberto Catalán Bastida, señaló que figuras como el ex alcalde perredista Ambrosio Soto Duarte, Roger Arellano Sotelo y Demetrio Saldívar Gómez, indudablemente representaban un “capital político” importante para el próximo proceso electoral, además de que cumplían una función determinante en el partido.
Sin embargo, especificó que las suposiciones que existan sobre esos asesinatos, no se pueden tomar como afirmativas, toda vez que las investigaciones, aún siguen su curso.
Hablar de delincuencia organizada y amenazas, son temas complicados que posiblemente inhibe que algunos militantes o políticos, no denuncien ante las autoridades correspondientes, agregó el dirigente.
Puntualizó que en algunos casos, puede pasar que los alcaldes no puedan “abrirse” a hablar porque están siendo amenazados, aunque existe el respaldo de la dirigencia estatal, la cual los exhorta a dialogar con el gobierno del estado para adoptar las medidas pertinentes de seguridad.
“Sabemos que la mayoría de los alcaldes de tierra caliente viven una situación complicada, también el alcalde de Tixtla que ha tenido varias situaciones de delincuencia organizada, sin embargo, te digo no ha habido ninguna expresión al interior del PRD”, precisó.
El 27 de abril, el alcalde de Teloloapan, Robell Urióstegui Patiño abandonó su municipio en un helicóptero del gobierno del estado, tras haber recibido amenazas de muerte de un grupo armado.
Dos semanas antes, se había perpetrado el asesinato del ex alcalde de Canuto A. Neri, Roger Arellano Sotelo y de su tío, Octavio Arellano Eloísa, quien era dirigente municipal del PRD en esa demarcación. Además del homicido del hasta ese entonces secretario general perredista, Demetrio Saldívar Gómez.