– Primero se despliega la Guardia Nacional (GN), luego la Policía del Estado, ambas corporaciones con equipo antimotín
Rogelio Agustín
Por primera ocasión en más de seis años, elementos de la Guardia Nacional (GN) y Policías del Estado (PE), todos con equipo antimotín, impidieron que padres de los 43 desaparecidos desde la noche del 26 de septiembre de 2014, acompañados con estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa tomaran la caseta de peaje de Palo Blanco, en la Autopista del Sol.
La mañana del viernes 28 de enero, personal de la corporación federal se instaló sobre los carriles norte y sur de la carretera de cuota, con la consigna de impedir que grupos sociales se apoderaran de los módulos de cobro para pedir la cooperación económica de los automovilistas.
Todos los guardias portaban escudos y una vez que los estudiantes y padres llegaron a bordo de tres autobuses, se formaron a lo ancho de la cinta asfáltica para impedirles el paso.
De manera simultánea, en el punto conocido como Parador del Marqués, unidades del sector caminos colocaron un filtro para desviar la circulación de los vehículos y con ello evitar el paso de los automovilistas, a los cuales canalizaron a través de la carretera federal México-Acapulco.
De inmediato, los padres de familia reprocharon la actitud del personal de la GN, pues manifestaron que no solo pretendían pedir la cooperación de los automovilistas, pues cada que se instalan, también distribuyen bolantes informativos, en los que van algunops números de contacto, los que ponen a disposición de cualquier ciudadano que pueda aportar datos relacionados con el paradero de sus hijos.
Lo anterior, porque señalan que a más de tres años de la presente administración, el Gobierno de la República, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, no ha generado avances reales en torno al caso, pues no se tiene certeza del destino de los jóvenes desaparecidos.
Se reforzaron los contingentes
Pasados las 12:00 horas, los elementos de la GN fueron reforzados por personal de la Policía del Estado (PF), que llegó al lugar también con escudos y toletes para reforzar el cerco establecido en torno a la caseta.
A los pocos minutos arribó un autobús repleto de más estudiantes normalistas, enseguida las consignas que se lanzaban contra las dos corporaciones se intensificaron.
Un camión con personal femenil de la GN llegó, todas también estaban equipadas para disilver manifestaciones.
Para las 12:40 horas, después de lanzar consignas y de sostener una reunión sobre la carretera, los representantes del colectivo de padres de familia, así como los estudiantes acordaron retirarse del lugar, molestos por el trato que recibieron de los gobiernos del Estado y la Federación.
Durante el tiempo en que estudiantes y padres de los 43 permanecieron frente a los cuerpos de seguridad, no se observó a ningún operador político que se acercara para proponer la instalación de alguna mesa de dialogo.
Fue la primera ocasión, en más de seis años en que se impidió que los normalistas y los padres agraviados por los hechos de Iguala tomaran la caseta.
Durante toda la administración anterior, encabezada por el priísta Héctor Astudillo Flores, siempre se permitió que tanto los estudiantes como los padres de los 43 se instalaran en la caseta.
En varias ocasiones, el ex gobernador manifestó que no realizaría una acción que profundizara una la que representa el Caso Iguala.
A finales de 2021, el Senado de la República aprobó una reforma que sanciona hasta con siete años de prisión a quien tome las casetas de peaje de las carreteras de cuota.