Me gusta tener lo que otros no, presume al referirse al arma de 7 cañones que porta
Se hace llamar Crazy Luna Sol, no tiene más de 30 años y en tono festivo declara que le gusta tener lo que otros no.
En esta ocasión porta un arma que efectivamente, no se verá en manos de ningún policía comunitario, elemento de la policía del estado, agente de la ministerial, gendarme federal o personal de la milicia.
¿La razón? Pues el arma que levanta entre sus brazos y que acaricia con orgullo es una modificación producto de su propia creatividad.
En la primera vista parece una metralleta, sin embargo, al sostener una breve charla con el comunitario se obtiene una explicación que inevitablemente genera admiración; es una escopeta de siete cañones adaptados en círculo, que tiene la función de disparar a voluntad de quien lo porta; tiro por tiro, si se tiene calma o ráfaga, si la presión lo requiere.
La considera un arma letal por necesidad, sin embargo confiesa que hasta el momento no se ha utilizado contra personas.
Reconoce que ha realizado pruebas en el monte y lugares despoblados, coloca botellas, pedazos de metal y entonces practica para afinar puntería.
Se refiere al arma como Gau 8, que sería la versión más avanzada de su tipo, las que existen en el mercado asegura que solo tienen seis cañones y la suya siete.
Esos siete cañones son de calibre 20, al momento en que se desarrolla la charla refiere que trae solamente 80 cartuchos listos para utilizarse, aunque refiere que lo mejor es no tener que utilizarla.
Las puntas y la base giratoria de los cañones están afianzados por cadenas de motocicleta, el gatillo está adaptado para utilizarse desde la parte inferior, al menos tres chicotes de acero permiten agilizar la rotación de los cañones en caso de que alguna pieza se atore.
Aunque se infiere que se trata de un arma pesada, Krazy sostiene que para el tipo de cartucho y la capacidad de fuego que representa se trata de un arma ligera.
No es la única adaptación que ha realizado, sostiene que ha modificado varias pero prefiere no hablar de las otras, como si cuidara que su escopeta de siete cañones pudiera mostrar algún tipo de celo.
“Es medio extravagante, creativo pero nunca ha sido mala persona”, dice uno de sus compañeros mientras observa como exhibe la pieza ante los reporteros y pobladores que se le acercan.
Viste un pantalón camuflado, sudadera negra no apta para el clima cálido que prevalece en el valle, se protege con un chaleco del que pende una granada de fragmentación, tiene una matrícula que es la M26 A2 HE, de color verde y sujeta con un pedazo de piola.
Cuando se le pregunta el porqué trabajar sobre ese tipo de modificaciones, Crazy esboza una sonrisa nerviosa y de golpe responde: “Pues es sencillo, me gusta tener lo que otros no”.