El obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza llamó a los creyentes a no distraerse con cuestiones ajenas a la Semana Santa, durante la celebración eucarística del “Domingo de Ramos” en la plaza Primer Congreso de Anáhuac.
En la celebración realizada en la explanada del zócalo, Salvador Rangel estuvo acompañado del párroco de la iglesia de la Asunción de María, Benito Cuenca Mayo, que al mediodía celebró otra misa dominical en la que pidió por la paz en Chilpancingo y por la disminución de la violencia contra las familias.
En su discurso matutino, Salvador Rangel llamó a los feligreses a no «preocuparse” por cuestiones ajenas a la celebración religiosa de Semana Santa, que dio inicio este domingo y mejor centrarse en buscar la paz a través de las enseñanzas de Jesucristo.
Al mediodía, el párroco Benito Cuenca exhortó a los capitalinos a participar en las celebraciones, a propiciar un ambiente de paz, y a escuchar a las personas que han resultado afectadas por cuestiones de violencia.
“No nos podemos quedar estacionados (en la muerte), Cristo no solo padeció, resucitó de entre los muertos, sin embargo, pareciera que estamos estacionados a una cultura del dolor, del sufrimiento de la agonía y de la muerte”, resaltó.
La conmemoración del “Domingo de Ramos”, inició en el punto conocido como Unidos por Guerrero a las 7 de la mañana, desde donde los cientos de creyentes caminaron hasta la explanada del zócalo.
Rangel Mendoza, recientemente declaró que no hablaría más de temas ligados a delincuencia, luego de que confesó haber sostenido diálogos con jefes de bandas delictivas, con el fin de evitar agresiones contra sacerdotes, y como una labor pastoral para buscar la paz.