– El mar, arena y sol, siguen siendo un atractivo para visitantes
– Las autoridades, rechazan los resultados y aseguran que no hay contaminación
Javier Trujillo
Acapulco, Gro.– Entre las aguas de heces fecales, decenas de cientos de turistas, niños y adultos, disfrutan la calidez del mar en la bahía de Santa Lucía, en el emblemático puerto de Acapulco.
Lo mismo se entierran entre las arenas que mojan las aguas del litoral de la llamada perla del pacífico, como en de tres sus 26 playas con que cuenta la bahía de Santa Lucía, entre estas Playa Suave, Hornos y Tlacopanocha.
Pareciera que a nadie le importa que las aguas marinas y sus bordes arenosos, presenten una condición de no aptas para el uso recreativo.
Lo mismo turistas que porteños, se bañan todos los días en sus aguas.
Alex, es un adolescente, que viene del Estado de México, y se zambulle en las aguas de la playa Tlacopanocha, una de las tres áreas que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, dice que está contaminada.
Se coloca sus goles, y se echa al agua, busca algo bajo el mar, algún objeto, una piedra, un vidrio.
Sus primos, son Antonio, Jorge y Kevin, son porteños y viven en los barrios históricos del puerto.
-¿No les da miedo que se enfermen? No, siempre venimos aquí y nadie se ha enfermado, ni granos ni nada, responde sin empacho Antonio, el mayor. Se meten al agua y siguen buceando.
La vendimia, no para, por aquí los dulces, botanas con harta salsa búfalo, que se compran como pan caliente.
De las cervezas, ni se diga “son pal calor”, dice Carlos Marqués, un porteño que asegura visita playa Hornos, desde hace más de 30 años con su familia, y acusa que es el gobierno que quiere perjudicar Acapulco.
“Mi hermano, viene de Iguala y desde hace dos años, a raíz de la pandemia no venía, y mírelo aquí esta bien contento. Allá, dice señalando con el dedo, están mis tres hijos con mi esposa.
“Aquí nunca nos hemos enfermado, tenemos muchos años viviendo a esta playa y estamos bien”, aseguró.
Junto a la orilla de la playa, decenas de niños y niñas juegan con pelotas, inflables y salvavidas.
Sin traje de baño, sin short, dos niños que llegaron desde el viernes pasado, aseguran ser del municipio de Cualac, región de la Montaña de Guerrero, es la primera vez que ven el mar.
Dionicio, su padre, los observa y les dice que no se metan a lo profundo, porque es peligroso. Ellos, los dos hermanos, juegan en la orilla con la arena y cuando el mar les moja sus pies.
Otros visitantes, que llegaron de Querétaro, dudan que lo señalado por la Cofepris, sea cierto.
“Mire cuanta gente, usted cree que si estuviera contaminado aquí andarían los niños, sus padres. No es una mentira de este gobierno”, dijo y se fue con su cerveza en la mano para meterse al mar.
Antes, las autoridades municipales, encabezadas por la alcaldesa Abelina López Rodríguez, en un Facebook Live, desestimó los resultados de la COFEPRIS, pues aseguró que desde el mes de octubre no hay escurrimientos.
En enlace en vivo, la alcaldesa López Rodríguez, el director de Capama Arturo Lataban y el director de Ecología, remarcaron que las playas están en condiciones para recibir a los turistas.
Y remató diciendo a los turistas que “te esperamos en Acapulco, sigue siendo el lugar por excelencia, el paraíso que te invita a que pases una Navidad en familia, y aquí te esperamos”.